lunes, 24 de diciembre de 2007

Cadáver


Desciende la penumbra sobre mis ojos.
Mi corazón no conoce de resplandores.
Pero mis ojos tristes reconocen el día
y se hunden en la noche.
Mi corazón yace muerto entre mis carnes,
y aunque late débil, ya no percibe la vida.
Respira automático bombeando
la negra sangre que alimenta mi cadáver.

Princesa Nocturna

Cae la noche y la dulce niña abre los ojos.
Camina entre las sombras y se regocija en su abismo.
No precisa de la luz, ella todo lo percibe y todo lo abarca.
Ríe a carcajadas, rié como loca.
Acaricia su largo cabello y se reconoce con sus pequeñas manos.
La joven desencantada canta, baila, grita, se muerde, llora, alucina y sonrie.
Los árboles recitan, entre murmullos de hojas y vientos,
sobre su princesa nocturna.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Aún quiero seguir soñando.


Una vez fui princesa, podía escaparme a un bosque maravilloso con solo cerrar los ojos. Me había regalado la vida el regalo más precioso, el milagro de poder tener un príncipe, de poder amarlo y saber que el me amaba como yo.

Una vez pude creer que la magía era posible, que los poderes terrenales existían, que las brujas, las hadas y los espíritus convivían conmigo. Sé que la vida no es un cuento, que envejeceremos, que tendremos que perder la fantasía para entregarnos a lo mundano, rutinario.

Pero prefiero ser como Peter Pan nunca crecer, vivir siempre rodeada de imaginación, con la esperanza de encontrar seres inocentes que no quieran ver a nadie mal, que no conoscan la envidia o la competencia.

Aunque mi príncipe allá muerto, aunque ah pasado ya demasiado timepo desde mi niñez, norenucio a ser parte de algo que esté más allá de está realidad. Un lugar dónde las cosa shermosas sean posibles´, donde pueda encontrar lo que busco: se feliz como todos.