Desciende la penumbra sobre mis ojos.
Mi corazón no conoce de resplandores.
Pero mis ojos tristes reconocen el día
y se hunden en la noche.
Mi corazón yace muerto entre mis carnes,
y aunque late débil, ya no percibe la vida.
Respira automático bombeando
la negra sangre que alimenta mi cadáver.
Mi corazón no conoce de resplandores.
Pero mis ojos tristes reconocen el día
y se hunden en la noche.
Mi corazón yace muerto entre mis carnes,
y aunque late débil, ya no percibe la vida.
Respira automático bombeando
la negra sangre que alimenta mi cadáver.


