martes, 11 de septiembre de 2007

Desazón


Precipito mi alma hacia un abismo de odio y pecado. La incertidumbre me acecha desde adentro. Cuerpo y mente suplican que entregue ese punto azul que aun alumbra en mi alma y destruya lo inadmisible de mi existencia. Mi sangre pide perdón y mi piel llora desahuciada. ¿Dónde reside la verdad? ¿Qué parámetros utilizo para saber que es lo correcto? Mi corazón tiembla, solo lo intangible pone en dudas mis aparentes certezas. Mi alma quiere echar raíces en una tierra absurda, tan absurda como creer en ella. No puedo pensar, mi cabeza gira incongruente sobre mis hombros. No puedo sentir, el terror bloqueó lo etéreo en mi. No pertenezco a ningún mundo. No puedo vivir porque ya estoy muerta y no quiero morir porque deseo aprender a vivir. Intento huir de éste mundo despreciable, pero mi alma ya se ha hundido en su putrefacta tierra. ¿Acaso se puede ser parte de ambos mundos?
¿Cómo se puede ser tan ilógica?
Y pasan las horas y pasan los años y yo sigo aquí tratando de tomar una simple decisión.

No hay comentarios: