Harto ya estoy de escuchar aquellas voces que quieren mis sueños hundir,
en la falsedad que forjaron con su esfuerzo,
mediocres sin paz ni perdón.
En el corazón, morirán mis sentimientos,
y en mis lágrimas el dolor.
Harto ya estoy de seguir tragando espinas,
creadas por le frustración.
Y hoy te puedo ver atrapado en esas redes,
que no supiste destruir,
por disimular de la forma más prudente,
los defectos de tu error.
Y tu sociedad, malograda arcaicamente,
sobre cimientos de ambición,
sabe bien qué es condenar con sentida vocación.
En tu libertad puedo ver las alas rotas,
hipocresía, estupidez, y tus pasos van caminando aquel sendero,
que termina en destrucción.
Sé que tu egoísmo es un virus que contagia,
y sé que me encuentro inmune,
hoy tu conciencia ya se ha oxidado,
junto a tu capacidad de pensar.
en la falsedad que forjaron con su esfuerzo,
mediocres sin paz ni perdón.
En el corazón, morirán mis sentimientos,
y en mis lágrimas el dolor.
Harto ya estoy de seguir tragando espinas,
creadas por le frustración.
Y hoy te puedo ver atrapado en esas redes,
que no supiste destruir,
por disimular de la forma más prudente,
los defectos de tu error.
Y tu sociedad, malograda arcaicamente,
sobre cimientos de ambición,
sabe bien qué es condenar con sentida vocación.
En tu libertad puedo ver las alas rotas,
hipocresía, estupidez, y tus pasos van caminando aquel sendero,
que termina en destrucción.
Sé que tu egoísmo es un virus que contagia,
y sé que me encuentro inmune,
hoy tu conciencia ya se ha oxidado,
junto a tu capacidad de pensar.

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