
Manos de virgen, ojos de rey; dios está con las
manos atadas vomitando odio en un mugriento inodoro,
somos un blanco perfecto.
Las naciones lloran y decaen, el paraíso arde de espaldas,
En los dilatados brazos del fracaso.
La venganza ha comenzado.
Cementerio de corazones sepultados por la muerte,
depresivas cruces de mármol,
apuntando hacia un tormentoso cielo
cargado de furia.
Estribillo
Terror infligido, sangriento destino.
La noche arderá en tinieblas, el día alumbrará
Los restos de la exitosa venganza.

No hay comentarios:
Publicar un comentario