No se escuchaba otro sonido que el murmullo de la radio encendida en la habitación. La gata reposaba tranquila sobre el respaldar del sillón. La casa había sido intensamente aseada y podía percibirse el fuerte olor cítrico del desinfectante. Se habían sacado las grandes telas de araña que invadían las esquinas. El patio había sido regado. La ropa lavada y tendida bajo el tibio sol de septiembre.Ella misma se había bañado, depilado, secado, masajeado con crema de almendras. Se había perfumado el cuello, el escote y en la parte interna de ambas muñecas. Se puso ropa interior negra, de lycra y encaje. Se probó varias prendas y a todas terminó odiando. Se miraba al espejo mientras protestaba, estaba perturbada e intranquila. Se podría decir que ella estaba lista para morir. Sus lágrimas surcaron sus formas. Su rostro comprimía todos sus dolores. Estaba cansada. Se tendió sobre la cama mirando por última vez su celular, quizás alguien la arrebatara de ese momento tan largo y tan inútil. Ella no exigía nada, tampoco se comprometía.
Ella era inocente, pero también era humana.

1 comentario:
jje hola mai
mmmm ta depre el tex
tas x suicidarte jajaja
no no lo hagas
ejjjeje
bue muy bueno me gusto
un poco suicida jajajaa
besitos pornoz
p/d: de quien te despedis?? que le decis adios???
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