
Puedo ver la reacción en sus rostros, una mueca de repulsión se contrae en sus caras, deformando su aparente perfección. Una similitud entre mi risa ahogada y sus gestos de idiotas.
Una diferencia puede marcarte para siempre. Te aparta de la realidad y te sumerge en un infinito lago frío y azul.
Nadie se atreve a buscarme. Nadie quiere lanzarse hacia mis aguas oscuras por temor a perderse. Algunos solo intentan hallar un reflejo, pero la indiferencia los obligó a retroceder
Ajena a todo, mi yo da vueltas abrazando con fervor la soledad; esa gran masa húmeda, en lo más profundo de mi mente.
A veces asomo mis ojos a la superficie, ya me conocen, me ignoran, me rechazan. Suelto una carcajada inútil, nadie puede escucharme. Y me río desesperada, lo he logrado: soy un fantasma en éste mundo.

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